El Coaching es
la disciplina que consiste en asistir a una persona o
grupo de ellas con el fin de conseguir un objetivo, desarrollar unas
habilidades específicas o poner solución a un problema, utilizando como base
aquellas habilidades de las que el propio cliente dispone pero de las cuales no
es consciente.
En el proceso de
coaching intervienen dos participantes. Uno es el coach, que es la persona que
dirige al cliente para que mejore en el desempeño de sus funciones. El otro es
el coachee, quién recibe los conocimientos y las competencias que necesita para
mejorar la circunstancia que le ha traído a la sesión. El coach se compromete
con su coachee en una alianza de colaboración, estableciendo unos objetivos
concretos y diseñando un plan de acción que les permita alcanzarlos dentro de
los plazos establecidos. Este plan fijará una serie de encuentros entre los
intervinientes que permitan conseguir la finalidad prevista, acompañado de otro
conjunto de actividades destinadas a mejorar aspectos concretos del coachee.
En la efectividad del
coaching influye el tipo de relación que se establezca y se requiere que esté
basada en la confianza entre ambos participantes, de este modo el coach puede
ser, no solo el director de su coachee, sino también un consultor que le ayude
a innovar en los procedimientos. Para mejorar la productividad del proceso, el
coach ha de tener un conocimiento profundo de la circunstancia protagonista de
la sesión del coachee y de la forma que esta circunstancia está influyendo en
su vida.
ANTONIO DOMÍNGUEZ
GABINETE PSICOPERICIAL, Psicólogo colegiado en el Ilustre Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental (AO11080) y máster en Coaching con Intervención Sistémica y
Programación Neurolingüística por IM Training y Máster Europeo en
Coaching Pedagógico y Educacional certificado por la Universidad Antonio de
Nebrija, está especializado en Coaching Personal y Educativo.
En el COACHING
PERSONAL, el enfoque es hacia el desarrollo de habilidades que facilitan a
la persona abordar un problema o situación, partiendo de sus recursos y
proyectándolos hacia un plan de acción que le permita ajustarse mejor a sí
misma y a su entorno. Entre otros aspectos, se trabaja a los siguientes
niveles:
Mejora
de la eficacia personal.
La
imagen personal.
Gestión
de creencias limitantes.
La
gestión de situaciones y problemas.
Los
problemas de relación social, personal y sentimental.
La
comunicación con los demás.
La
gestión de la ansiedad y el estrés.
La
estimulación de la creatividad.
La
gestión del tiempo.
De acuerdo a las necesidades del cliente, se utilizan dos modalidades de trabajo:
Coaching de resolución:
acompaña a la persona en el proceso de superación de sus límites personales. Se
utiliza cuando una persona está atravesando una dificultad en uno de los
ámbitos en que se desenvuelve. Hasta alcanzar el objetivo de resolución del
problema, tienen lugar tres fases en el proceso: diagnóstico, ampliación de la
autoconciencia y acción.
Coaching de desarrollo:
ayuda a la persona a descubrir en sí misma lo que necesita para alcanzar sus
objetivos idiosincrásicos. Se utiliza ante una situación externa y, por tanto,
no hace tanto hincapié en el individuo. Parte de la situación problemática para
alcanzar la solución individual. Las fases asociadas son: análisis de la
situación, identificación de los retos, identificación de los puntos a favor,
identificación de los puntos en contra.
En el COACHING
EDUCATIVO, el enfoque es hacia la potenciación e incremento del aprendizaje
completo e integral del estudiante, facilitando la aplicación e incorporación
de las competencias personales necesarias. Está indicado para lograr el éxito,
no solo en materias académicas, sino también para realizar un cambio que afecte
a la actitud ante el estudio y el aprendizaje y la incorporación de valores. Se
trabaja en los siguientes niveles:
Abordaje
de problemas académicos derivados de posibles psicopatologías (trastornos del
desarrollo, trastornos de la conducta, ansiedad, estrés, etc.).
Abordaje
de problemas académicos derivados de posibles discapacidades (visual, auditiva,
intelectual, etc.).
Promoción
del conocimiento personal del estudiante y toma de conciencia del
problema existente.
Abordaje
integral del problema existente.
Promoción
de la motivación en el estudiante y la fijación de objetivos: situación
deseada.
Identificación
de las posibilidades y barreras personales y del entorno sobre el estudiante.
Desarrollo
del potencial y fortalezas del estudiante.
Ayuda
al estudiante a descubrir las estrategias efectivas de aprendizaje.
Acompañamiento
al estudiante en el camino para conseguir sus metas mediante la aplicación de
herramientas de coaching.
Involucración
y compromiso al estudiante a responsabilizarse por lograr la meta.
Potenciación
de las capacidades de las que dispone el estudiante.
Fortalecimiento
de la autoconfianza del estudiante.
Ayuda
al estudiante a tomar conciencia de quién es, qué hace y qué sabe para poder
tener éxito, promoviendo un cambio de actitud y el desarrollo de competencias.
Intervención
frente a conductas agresivas en el estudiante.
Intervención
en docentes con Burn-Out y estrés.
Educación
en la tolerancia hacia la frustración.
Intervención
en acoso escolar sobre el estudiante.
Desarrollo
de la creatividad del estudiante y de sus aptitudes cognitivas.